...no importa cuán grave sea tu situación, él la va a simplificar a su más mínima expresión y entonces te hará ver que estás haciendo una tormenta en un vaso de agua. Te hará pensar y hasta puede darte tres soluciones distintas y concretas para tu problema.
Juega contigo, pero sabe cuándo frenar. Muy ligeramente sarcástico a ratos y comprensivo siempre, acepta sus temores, defectos y equivocaciones sin ningún problema y hasta con buen humor.
A veces actúa sin modestia y de una forma descaradamente ególatra, pero lo hace jugando y sólo a él se le perdona.
Me conoce, me conoce perfecto y aunque pienses que te puede estar ignorando al final te das cuenta de que nunca lo hizo.
¿Defectos? En todo este tiempo que llevo de conocerlo, no he podido encontrar ninguno, o no he querido hacerlo.
Complejo, complejo, sencillo, complejo.
Quiero.
Nos leemos.
sábado, 21 de abril de 2007
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