domingo, 14 de febrero de 2010

infatuation - is like cherry pie.

Empiezas tu día y ella se hace presente a manera de nudo en la garganta, aún sin abrir los ojos, es la primera imagen de la jornada.

Te vas a la escuela, recorres tu camino pensando en ella. Eres su víctima. Sólo hoy, sólo por hoy, quiero verla.

Te hace cosquillas permanentemente la idea de verla en los pasillos, camino a tu salón, en donde sea.. y haces excursiones de más, vas al wc más veces de las necesarias, vas a tomar agua, a comprar algo afuera de la escuela para incrementar al doble las probabilidades de encontrártela.

Eres su esclavo de ese encuentro: acudes a los lugares que más frecuenta, cuando ves a su grupo de amigos, la buscas ansiosamente pero, oh mutherfucker destiny, no está ahí. De repente parece que se la tragó la tierra. Y con el paso de las horas, te acostumbras a la idea de no verla.

Te resignas ya hacia el final del día y piensas que después de todo es estúpido que tus movimientos dependan no de alguien más, sino del sólo deseo de encontrarte a alguien más.

Te sientes patético, pero poco a poco retomas tu dignidad, la cordura y de independizas al menos de forma superficial.

Caminas sólo, revuelto en tus pensamientos...
y de repente y sin previo aviso, ahí está.

Súbitamente las miradas chocan y se apróxima hacia tí para saludarte. Esa extraña sensación que baja de tu garganta hacia tu estómago, y al mismo tiempo sientes subir la sangre a tus mejillas. Perdiste el control. El corazón se acelera y entras en taquicardia, puedes no sólo sentirlo en tu garganta sino también escucharlo muy de cerca, cada latido, cada respiración, haces conciente toda actividad macroscópica de tu cuerpo, las cuerdas vocales se paralizan, te encantaría pensar que no se nota la dilatación de tus pupilas, ni el temblor de tus manos heladas.

Y cuando por fin te dirige la palabra, apenas puedes articular las sílabas de forma lenta y casi inaudible. Eres víctima de tu momento, pero aún así finges casi indiferencia, para ocultar esa revolución interior y terminas rápidamente la charla porque incluso llegas a preguntarte si el sonido de tus latidos o tu respiración alterada no será perceptible para esa persona.

Te despides de la manera más sosa, si es que lo haces y das media vuelta, cierras los ojos y te lamentas por haber desaprovechado la situación de tal forma.

Te sientes estúpido de nuevo, patético y te preguntas si acaso es notorio tu estado de intensa infatuación.
Después de todo, te sorprendes y agradeces el poder sentir tanto en tan poco tiempo,
no deseas dar un paso más, tener progreso con esa persona haría desaparecer todo esto que me hace sentir.

Finalmente, terminas tu cóctel de emociones con un mezcla de resignación, tristeza, felicidad y nuevos e incontrolables deseos de volverla a ver.

Porque después de todo esa combinación de emociones representa también una excusa, una catársis. . . jugo de emociones concentrado en 30 segundos.

domingo, 7 de febrero de 2010

hurts

"Te quiero mucho
Nanid
Enserio (aunque)
You play mindgames
With my mind..."