sábado, 3 de febrero de 2007

Pantera Rosa

"Si yo fuera tú le seguiría en Medicina sin pensarlo... ya pasaste dos de las tres materias..! Sobreviviste un semestre en Medicina..!"... sí. Pero como ustedes no son yo no pueden saber porqué tengo mis dudas.
Dicen los estudiantes de semestres superiores que todos los años vas a tener tus dudas y que cada vez que eso te pase te preguntes porqué quisiste entrar a Medicina. Como soy tan impulsiva y atrabancada (me da risa esa palabra), generalmente me vienen valiendo madre las palabras en una situación de desesperación (como ésta).
Pero bueno... dejo ya la Medicina.. porque últimamente no hago más que pensar la escuela... [pathetic].

***

Experiencia núm. 47129-3
Mientras espero sentada después de dos horas en un cubículo de la biblioteca, intento estudiar a las 9 de la mañana... La somnolencia causada por el desvelo de la noche anterior impide que pueda mantener la vista más de dos minutos sobre el libro. Lo cierro. Y después de agotar mis pensamientos en cosas tan triviales como el individuo que pasa a escazos metros con pinta de galán de Alameda en domingo, empiezo a buscar algo más complejo en qué gastar mis neuronas. Busco y busco y te encuentro al fin. Y veo lo bien que te amoldas a todo lo que hay en mi mente y caigo en la cuenta de que eres más en mí de lo que imaginé. No me preocupo por eso, sólo me concentro... estás innacabable. Recargo mi cabeza en mis brazos cruzados sobre el escritorio y no quiero que nadie me interrumpa porque he encontrado en quién pensar. Y te imagino y te recuerdo a mi antojo, intento descifrar cuánta es tu locura y no encuentro una medida, pero si me doy cuenta de lo mucho que hay en mí de ella. Ahora no quiero que el tiempo pase porque estreno el pensamiento de tí de una forma distinta. Sigo concluyendo que eres más para mí de lo que imaginé...
Estoy casi dormida, con los ojos cerrados, pero aún pensando en tí.
De pronto, alguien llega abruptamente a levantarme.. "hay que estudiar!", sueño?! Levanto la cabeza para confirmar... ERES TÚ.
Minutos después, comienzas a explicarme el contenido de la página 436 del libro y yo, finjo que te entiendo. Shhhhh.. es mi secreto.

***

Saludos PaKo. No te me aguites. Saldremos de ésta.

Nos leemos.

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