Qué bueno que demuestres las cosas, nada más natural que tú. No puedo quedar más satisfecha con los resultados. Mis elecciones y decisiones ahora rinden enormes y jugosos frutos, aunque algunos de ellos parecen contener veneno.
Y mientras intento dormir en mi cama, pensando en que no hay nadie más excento que tú a ser sometido a las leyes del karma, intento averiguar al mismo tiempo dónde se siente este dolor. Desaparecerá, estoy segura y dentro de algún tiempo me preguntaré por qué tú, nunca he logrado definirte o simplemente no soy yo la que tiene la clave para hacerlo.
***
Como el pay de piña, pero sin piña..!
¿Cómo todas esas emociones tan enormes pueden caber en un cuerpo tan pequeño? ¿Hasta dónde se extiende esto? Hasta un espacio insuficiente supongo, porque no has alcanzado a sentir lo que hay en mí. No entiendo, juro que no entiendo.
lunes, 26 de febrero de 2007
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